The True Meaning of the Eucharist: Giving Ourselves for Love
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The community of St. Camillus gathered with joy, on March 17, on the fifth Sunday of Lent, and welcomed Bishop Evelio Menjivar, auxiliary bishop of Washington, who was the celebrant and homilist of the 12:30 p.m. Mass. His presence was a cause for rejoicing, and his words in the homily illuminated the true meaning of the Eucharist in an inspiring and profound way.
At Mass on the fifth Sunday of Lent, Bishop Menjivar urged the faithful to reflect on the profound meaning of the Eucharist. In his words, he highlighted: "The National Eucharistic Revival aims to help us understand what the Eucharist means." He reminded us that in each celebration, as we utter the words, "Take this, all of you, and eat of it; take this all of you, and drink from it," we are invited to participate in the mystery of total surrender, both of Jesus and of ourselves.
According to Bishop Menjivar, by giving ourselves completely, even to the point of shedding our blood, both Jesus and we transform into something new, into beings destined to bear fruit and become givers of life. This is the essence of the Eucharist, he said, sharing ourselves out of love, for by taking communion, we are giving of ourselves, participating in the redemptive sacrifice of Christ and committing to walk in solidarity with those who suffer.
In his homily, Bishop Menjivar highlighted the importance of being crushed like a grain of wheat, then shared and given in communion, and challenged us to reflect on the true meaning of communion with the body of Christ. With words full of conviction, he reminded us that communing with the body of Christ goes beyond a ritual act; It is a commitment to radical solidarity with those who suffer, with those who experience passion in their own bodies.
Bishop Menjivar pointed out a painful reality: many of us take communion, but then become absent in the face of the suffering of our brothers. He challenged us to question our own faith and commitment, urging us to believe in the dignity of every human being, especially the poor and the immigrant. He reminded us that at the end of time, we will be judged not only by our devotion in the Eucharist, but also by our ability to recognize the presence of Jesus in others.
Bishop Menjivar's call is clear: if we are not willing to become food for others, then we are not ready to truly take communion. He challenged us to examine our actions and attitudes, reminding us that true communion requires an active commitment to stand up for others, to be instruments of love and compassion in the world.
Bishop Menjivar's homily challenged us to live the true meaning of the Eucharist: to give ourselves completely out of love, to walk in solidarity with those who suffer, and to participate fully in the redemptive mystery of Christ.
El Verdadero Significado de la Eucaristía: Compartiéndonos por Amor
La comunidad de San Camilo se congregó con alegría, el 17 de marzo, en el quinto domingo de cuaresma y dio la bienvenida a monseñor Evelio Menjivar, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, quien fue el celebrante y homilista de la Misa de las 12:30 p.m. Su presencia fue motivo de regocijo, y sus palabras en la homilía iluminaron el verdadero significado de la Eucaristía de una manera inspiradora y profunda.
En la Misa del quinto domingo de cuaresma, monseñor Menjivar instó a reflexionar sobre el profundo significado de la Eucaristía. En sus palabras, resaltó: "El Avivamiento Eucarístico Nacional pretende ayudarnos a comprender qué significa la eucaristía". Nos recordó que en cada celebración, al pronunciar las palabras "Tomen y coman todos de Él, tomen y beban todos de Él", estamos invitados a participar en el misterio de la entrega total, tanto de Jesús como de nosotros mismos.
Según Monseñor Menjivar, al entregarnos por completo, incluso hasta derramar nuestra sangre, tanto Jesús como nosotros nos transformamos en algo nuevo, en seres destinados a dar frutos y convertirnos en dadores de vida. Esta es la esencia de la Eucaristía, dijo, compartirnos por amor, ya que al comulgar, nos estamos dando a nosotros mismos, participando en el sacrificio redentor de Cristo y comprometiéndonos a caminar en solidaridad con los que sufren.
En su homilía, monseñor Menjivar destacó la importancia de ser triturados como el grano de trigo, para luego ser compartidos y dados en comunión, y nos desafió a reflexionar sobre el verdadero significado de la comunión con el cuerpo de Cristo. Con palabras llenas de convicción, nos recordó que comulgar con el cuerpo de Cristo va más allá de un acto ritual; es un compromiso de solidaridad radical con los que sufren, con aquellos que experimentan la dolorosa pasión de Cristo en sus propios cuerpos.
Con una franqueza conmovedora, monseñor Menjivar señaló una realidad dolorosa: muchos de nosotros comulgamos, pero luego nos volvemos ausentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos. Nos desafió a cuestionar nuestra propia fe y compromiso, instándonos a creer en la dignidad de todo ser humano, especialmente del pobre y del inmigrante. Nos recordó que al final de los tiempos, seremos juzgados no solo por nuestra devoción en la Eucaristía, sino también por nuestra capacidad para reconocer la presencia de Jesús en los demás.
La llamada de monseñor Menjivar es clara: si no estamos dispuestos a convertirnos en alimento para los demás, entonces no estamos listos para comulgar verdaderamente. Nos desafió a examinar nuestras acciones y actitudes, recordándonos que la verdadera comunión exige un compromiso activo de dar la cara por los demás, de ser instrumentos de amor y compasión en el mundo.
La homilía de monseñor Menjivar nos desafió a vivir el verdadero significado de la Eucaristía: entregarnos por completo por amor, caminar en solidaridad con los que sufren y participar plenamente en el misterio redentor de Cristo.